La felicidad que deseamos y el sufrimiento que no deseamos no aparecen al azar, nuestra visión distorsionada de lo que somos y nuestra percepción del mundo a través de la ignorancia crean las causas del sufrimiento que no deseamos. Cuando descubrimos la realidad tal cual es ya no seremos presa de nuestros engaños y podremos avanzar acompañados de la bondad y compasión hacia el logro de la budeidad.
Somos muy afortunados, tenemos la oportunidad de escuchar directamente enseñanzas de este gran maestro que es admirado dondequiera que viaja por su presentación única del Dharma, su interés y entusiasmo por la cultura occidental y su evidente encarnación de la sabiduría y la compasión del camino budista.