PRESENTACIÓN DEL PROYECTO / SERVICIO POTALA HOSPICE
“El Hospice no es solo un lugar, es una filosofía sobre cómo cuidar a una persona que tiene una enfermedad que le limita la vida y a sus familiares, que tienen que afrontar esta difícil situación”
La muerte y el acompañamiento a los que pasan por el proceso de morir, es un tema que debería interesar a todos. Es algo importante no solo a nivel personal y como practicantes espirituales, sobre todo si estamos en el camino budista, sino también como acompañantes, porque tarde o temprano, casi todos podemos pasar por la situación de tener a un ser querido, un amigo atravesando una situación de final de vida. Y generalmente, cuando te ocurre, no hay una experiencia previa, es la primera vez que te pasa, y reaccionas como puedes.
Por eso, la FPMT, en su profundo compromiso de servicio a los demás, cuenta con proyectos de servicio social y comunitario. Todos los centros, proyectos y servicios de FPMT existen debido a esta finalidad: brinda un servicio práctico y sirven a sus comunidades locales proporcionando acceso a las enseñanzas de Buda, que pueden, si se aplican sinceramente, liberarnos a todos de todas las frustraciones y sufrimientos, y llevarnos a una paz y felicidad duraderas.
Dentro de los muchos proyectos de servicio social de la FPMT, están los servicios Hospices. “Hospice” es un término anglosajón; el movimiento Hospice, cuyo mayor auge y desarrollo ocurrió a partir de los años 60, fue la cuna de los cuidados paliativos. Estos cuidados, se ofrecen a las personas que padecen enfermedades avanzadas en fase final de vida; en esta fase de la enfermedad, el objetivo no es curar, sino “cuidar y sanar”.
Los Hospices de la FPMT, han surgido incentivados y bajo la inspiración de nuestro director espiritual Kyabje Lama Zopa Rimpoche, ofrecen apoyo emocional y compañía a quienes enfrentan enfermedades que amenazan la vida. El desarrollo y actividades de cada Hospice, varía según los países, pero tienen en común, que ayudan a los enfermos en su fase final y a sus familias a través de la bondad amorosa y la atención cualificada. Actualmente, los servicios Hospices afiliados a la FPMT son:
- Karuna Hospice Service , Australia
- Cittamani Hospice Service , Australia
- Buddha House, Australia
- Pure Land of Medicine Buddha , Dinamarca
- Amitabha Hospice Service , Nueva Zelanda
- Amitabha Buddhist Center, Singapur
- Potala Hospice , España
- Kasih Hospice Care Tara Home Compassionate Care, California
HISTORIA DEL PROYECTO POTALA HOSPICE EN ESPAÑA
Noviembre del 2000. A raíz de un encuentro con Lama Zopa Rimpoche en Tenerife, en donde surgió el tema sobre la muerte y la ayuda espiritual, Rimpoché expresó a Alexandra Mejia (fundadora y coordinadora de la Asociación Potala Hospice), que "estaría bien reunir un grupo de personas en el Centro Nagarjuna de Madrid, interesadas en el tema de la muerte para poder acompañar a personas cuando estuviesen muriendo”. Así fue como, bajo esta inspiración y consejo de nuestro precioso Lama Zopa Rimpoché, al llegar a Madrid, Alexandra convocó a un grupo de personas del Centro Nagarjuna, que comenzaron a reunirse una vez por semana, para estudiar un material recomendado por Rimpoché y así iniciar una formación personal para posteriormente poder acompañar y apoyar a personas que estuviesen pasando este trance.
En mayo de 2003, quedó constituida legalmente La Asociación Potala Hospice (entidad sin ánimo de lucro, inscrita en el registro nacional de asociaciones con el numero 170499), nombre impartido por Rimpoché.
En septiembre de 2004 se firmó un convenio de colaboración con el Hospital Ramon y Cajal (Madrid). Allí se estuvieron realizando diversas tareas de voluntariado hasta 2006.
Desde 2007 y hasta la actualidad se realiza el voluntariado en la unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Hestia (antigua Clinica SEAR).
Durante los últimos años, Alexandra Mejia, ha impartido cursos en diferentes centros de la FPMT, con la intención de crear grupos de voluntariado Hospice. Actualmente, complementando al grupo de Madrid, hay grupos en el centro Nagarjuna de Granada, Valencia y se está formando un grupo en Barcelona, cuya labor se realizará en domicilios, colaborando con el PADES (equipo de atención paliativa a domicilio).
Los grupos de voluntariado de la Asociación Potala colaboran con unidades de Cuidados Paliativos. Bien es reconocida y aceptada la labor del voluntario, como un elemento que humaniza a los equipos, involucra a la comunidad y promueve la solidaridad.
Marcos Gómez Sancho, refiriéndose al papel del voluntariado en las unidades de cuidados paliativos y en los hospitales, afirma: “tecnificación, Medicina defensiva, burocratización, súper especialización, etc., han cambiado en pocas décadas las características del trabajo médico y con ello la relación médico-enfermo. Al médico se le puede exigir que sea un buen “técnico”, que instaure tratamientos correctos, que sea puntual, etc. Todo esto entra dentro del principio ético de no maleficencia, al que está obligado; por ello, cuando hace algo de esto mal, se le pueden exigir responsabilidades en los tribunales.
Pero nadie le puede exigir, sin embargo, “amor”, “amistad”, ni el compartir la angustia del enfermo. Esto implica un precepto ético distinto, que se llama de beneficencia y al cual no está obligado. Por ello, quizás sea el voluntario el que lleve a cabo esta tarea de beneficencia, tan necesaria para el enfermo, como complemento inestimable al trabajo técnico”. Presencia humana y participación afectiva, es el aspecto peculiar del voluntario.
NUESTRA MISIÓN, VISIÓN Y VALORES
MISIÓN
Acompañamiento al enfermo en fase de final de vida, atendiendo a sus necesidades de índole emocional y espiritual, tanto en el hospital como en el domicilio.
Acompañar al enfermo en estado de agonía
Ser un nexo entre paciente y familia, favoreciendo la comunicación entre ellos
Cooperar con el equipo médico y otros profesionales implicados.
VISIÓN
Compartimos los principios de la filosofía Hospice:
Afirma y apoya la vida. Los moribundos aún están vivos, tienen derecho a que se les ayude a vivir hasta que mueran. Énfasis en el confort y calidad de vida.
Reconoce que la muerte es un hecho natural. No se prolonga ni se acorta el momento de morir.
Se ofrece a todas las personas respetando las decisiones que cada uno tome
Cuidado holístico
Se intenta atender a las necesidades físicas, psicológicas, espirituales y sociales.
Atención en el duelo.
Considerado como una respuesta lógica a la pena.
Además, nuestro trabajo tiene una base espiritual, que es la fuente de inspiración y fuerza para servir a otros. Estos son los principios de un Hospice budista:
Entendemos que la persona próxima a la muerte no es solo un enfermo al que hay que ayudar a sanar su cuerpo. Es un ser humano que va a abandonar esta vida y necesita estar en paz consigo mismo para poder hacer el tránsito.
A través de nuestro trabajo, propiciar juntos el ambiente que favorezca una muerte serena y el acercamiento creativo hacia la muerte.
Basados en los principios budistas, colaborar con una educación en y para la muerte en la sociedad actual.
En el futuro, se creará un lugar, un centro residencial en donde se brinde atención integral a enfermos al final de la vida y a sus familiares, en un clima de serenidad, respeto y amor, un espacio sagrado en donde vivir y morir pueden ser íntimamente inseparables.
VALORES
No dañar a otros seres. Todos somos iguales. La verdadera compasión surge de reconocer que el sufrimiento es una experiencia universal. Intentamos ser abiertos y tener una actitud sin juicios, entender por qué la gente sufre. Trabajar desde el corazón, no desde el ego que busca el reconocimiento o la propia satisfacción. Cada uno debe contactar con su propia fuerza interna espiritual. S.S el Dalai Lama, dice: “Practica bien tu propia religión”. No queremos hacer a nadie budista. Por eso mantenemos una actitud respetuosa hacia las personas a las que acompañamos.
Creemos que el cuidar de verdad viene de una actitud de bondad amorosa y por muy pequeñas que sean las cosas que hacemos, si son realizadas con amor dan mejor resultado.
Creemos en el potencial de desarrollo humano. Toda vida humana es preciosa y cada uno tiene el potencial de crecer y desarrollarse hasta el mismo instante de la muerte; y por esto mismo, una persona puede tener una buena calidad de muerte.
Vivir y morir son algo inseparable. Empezamos a morir desde el momento en que nacemos. Cada momento, cada fase de la vida es preciosa y potencialmente rica.
Comprender la interconexión de todo con todo, por tanto, la profunda interconexión de una persona individual como parte de una comunidad más grande. Tu modo de ser influye y afecta a cada ser que te encuentras; por eso, si tenemos una mente calmada, sólo el hecho de entrar en una habitación puede calmar el ambiente. Crear un ambiente de calma para que ocurran las cosas adecuadas.
El esfuerzo por desarrollar más sabiduría y compasión a través de la experiencia, la reflexión y la meditación sirve para renovar continuamente nuestra energía e interés en servir a las personas.
Recordar la naturaleza ilusoria y efímera de la realidad ayuda al voluntario a “soltar” la tristeza, la frustración y las dificultades de nuestro trabajo.
¿CÓMO SER VOLUNTARIO EN LA ASOCIACIÓN?
Para poder colaborar como voluntario en la Asociación Potala, es requisito, realizar un curso de formación, en donde se adquirirán parte de los conocimientos, actitudes y habilidades para realizar un trabajo realmente útil. El curso se imparte en dos fines de semana y posteriormente, la formación continua a través de reuniones periódicas del grupo de voluntarios.
Contenidos del curso de formación de voluntarios de la Asociación:
1. La muerte: reseña histórica, aspectos sociales y culturales.
2. Qué es el voluntariado y papel del voluntario
3. Etapas psicológicas: reacciones y proceso de adaptación del enfermo y sus familiares.
4. Necesidades espirituales de los moribundos
5. La muerte en la tradición budista tibetana y ayuda espiritual desde el budismo
6. La comunicación.
- Habilidades y técnicas de comunicación.
- Orientaciones básicas
- Taller práctico: lectura de casos clínicos reales, ejercicios sobre preguntas y situaciones difíciles.
7. Últimos días: atención en la agonía.
8. El duelo. Convivir con el dolor.
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