3 junio 2025
Mantra de Mani
Estamos todavía en el periodo de Sakadawa y por ello vamos a recitar el mantra del Buda de la Compasión. Recitar el mantra de Mani es muy beneficioso, nos ayuda a desarrollar la bondad tan necesaria en nuestros días. Todos esos conflictos que están teniendo lugar en estos momentos , es por falta de bondad. Cada mantra nos ayuda a desarrollar cualidades especificas, el mantra de Manjushri por ejemplo, nos ayuda a desarrollar sabiduría y el de Mani, el mantra de Chenrezig nos ayuda a desarrollar compasión.
Reflexiones previas
El tema de hoy versa sobre reconocer que todos los seres han sido nuestras madres. No es un tema de fácil de entender, requiere de unas reflexiones previas, que hemos ido trabajado previamente. Para llegar a reconocer esta verdad, en primer lugar hemos ido reflexionando en el no aferramiento a las cuestiones de nuestra vida, dejando que esta vida ya no tenga la prioridad en nuestra mente. A continuación surge el desencanto del Samsara, al ver su real naturaleza. Esto lo tratamos cuando hablamos de las 4 Nobles Verdades y el tema esencial de reflexionar sobre el sufrimiento. Cuando lo vemos con claridad llega un punto en el que ya no queremos permanecer en esa situación. Es como ir a un lugar dónde hay mucha violencia, uno quiere salir de allí porque resulta insoportable estar en un lugar así, no se puede vivir en paz. El Samsara es así: quizás a corto plazo encuentras ciertos placeres pero a la larga siempre hay sufrimiento, lo que lleva a generar la mente de renuncia, al Samsara, al sufrimiento y esa necesidad es la que nos lleva a actuar. Igualmente es lógico pensar que no somos los únicos en pensar así y que otros seres también deseen salir del Samsara ,y para ello, es importante empezar a romper las barreras entre amigos y enemigos y generar la mente de la ecuanimidad.
La naturaleza del Samsara
No basta con saberlo, hay que aplicarse en la práctica , y no basta con practicarlo de vez en cuanto, hay que practicar con constancia y con la confianza de que lo vamos a conseguir. No podemos esperar resultados de un día para otro. Con el esfuerzo poco a poco iremos soltando lo que nos ata a esta vida. Nos interesa soltar ese aferramiento a esta vida pues así no cometeremos negatividades. Cuenta una historia que una mujer tenía un hijo que perdió, su dolor era tan fuerte que enloqueció, a pesar de ello, llegó a tener 30 hijos, muy respetuosos, muy inteligentes, y muy valiosos. Sus hijos pierden la vida en el mismo momento, y sus cabezas son enviadas a su madre. Cuando la madre abre el envío y ve las cabezas de sus hijos, con un rostro, la mujer apacible recitó el mantra de Buda Sakyamuni. La diferente reacción fue debida a que tras el fallecimiento de su primer hijo, conoció la naturaleza del Samsara, y aprendió a no esperar nada positivo de el. Esta mujer a pesar de haber perdido a sus hijos no perdió su paz interior pues era consciente que de Samsara no se puede esperar felicidad.
Todos los seres han sido nuestras madres
¿Cómo ha llegado nuestra mente a reconocer este punto? Este tema forma parte del método de 7 puntos.
- Reconocer que todos los seres han sido nuestras madres.
- Reconocer la bondad de la madre.
- Devolver su bondad.
- El amor.
- La Compasión.
- La mente que se determina.
- La mente de la bodhichita.
Reconocer que todo los seres han sido nuestras madres es reconocer también que todos los seres nos han sido cercanos y han sido nuestra familia. Si hemos tenido incontable vidas, hemos pasado por todo tipo de renacimientos, en todo tipo de seres. En todos esos renacimientos que hemos tenido siempre hemos tenido una madre. Por eso decimos que todos han sido nuestra madre, múltiples veces. Un gran erudito, Asanga en Niveles de los bodisatvas dice que no hay ningún lugar en la tierra dónde no hayamos nacido o un tipo de cuerpo que no hayamos tomado. Es decir hemos nacido tantas veces que no podemos señalar a nadie que no haya sido mi madre y no solo una vez sino incontables veces.
Reconocer la bondad de la madre
Una vez hemos comprendido que todos los seres han sido nuestra madre, el siguiente punto es reconocer la bondad de la madre. Para ello, llevamos la atención a la madre de nuestra actual vida, recordando lo que nuestra madre hizo por nosotros: nos mantuvo nueve meses en su vientre, nos dio a luz, nos alimento, vistió, limpiar, etc. Nacemos sin saber hacer nada y somos totalmente indefensos, gracias a los cuidados que recibimos de la madre hemos crecido y recibido una buena educación. Nuestra madre tuvo que sacrificarse mucho para criarnos y educarnos. Reconocemos la bondad de nuestra madre y sentimos un profundo agradecimiento por todo lo que ha hecho por nosotros. Hay que tener mucho cuidado pues uno podría dar la vuelta a este pensamiento pensando que nosotros hemos sido también madre de todos los seres y por tanto están en deuda con nosotros. Este pensamiento no nos llevará ningún buen lugar.
Devolver la bondad y generar amor
Ser conscientes de la bondad de la madre nos ayuda a salir de la actitud egocéntrica que solo piensa en el propio bienestar. Luego uno extiende ese pensamiento de la bondad de la madre hacia todos los seres cuando fueron nuestra madre, de esta forma sentiremos también un gran agradecimiento hacia los seres por la bondad que nos mostraron. Cuando apreciamos la bondad de la madre y de todos los seres porque han sido nuestras madres, surge un sentimiento sincero de devolver esa bondad., y desear que no sufran, dando lugar a la compasión y al amor hacia ellos.
La compasión
El budismo nos habla de los diferentes caminos que se pueden tomar, el camino de los oyentes, realizadores solitarios y el camino de los bodhisatvas , el camino Mahayana. Este último busca el beneficio de todos los seres, y promueve la gran compasión. Se puede entonces creer que los otros dos caminos no implican la compasión hacia todos los seres, sino solo a algunos. Eso es un error.
La pregunta sería ¿Cuál es la diferencia entre la compasión del camino del oyente solidario y la del camino del bodhisatva? la respuesta es la intensidad de esa compasión. Los bodisatvas sienten una compasión muy intensa que se describe como el amor que tiene una madre hacia su único hijo. Si ese hijo cae al agua y es arrastrado por la corriente y ella no puede ayudarle, el deseo que tiene esa madre, su urgencia por socorrerle sería ejemplo de la gran compasión. Con la misma intensidad, los bodisatvas quieren salvar a todos los seres del sufrimiento y ese deseo intenso lo tienen hacia todos los seres. La compasión y el amor ya están presentes en nosotros pero es como la de la compasión de un tigre o un leopardo que tienen gran compasión pero limitada solo hacia sus crias. Es decir ese amor está mezclado con el apego.Cuando abrimos nuestro corazón a la compasión, quienes ganamos, como realmente nosotros mismos.
La determinación altruista
El generar compasión y amor no es el final, a eso le sigue la determinación altruista, es decir, cuando tomamos la decisión de hacer, yo, que eso sea posible, que todos los seres se vean libres de sufrimiento.¿Y cómo podría yo conseguirlo? Convirtiéndome en un Buda. Esa es justamente la mente de la bodhichita. En los textos nos advierten no caer en esos pensamientos que obstaculizan el desarrollo de nuestras cualidades. Las vigas de un casa son esenciales para que la casa se sostenga, de igual manera, la mente de la bodhichita es el sustento del camino Mahayana.
Colofón: extracto de las enseñanzas impartidas por el Guese Lamsang en las clases de “Consejos de Corazón” en el Centro Nagarjuna de Valencia.
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